Según el último informe presentado por la Unión General de Trabajadores (UGT) “Mujeres y Tecnología”, en 2015 solo el 17,4% de los trabajadores del sector TIC eran mujeres. Además, según este mismo informe, las mujeres ganan un 20% menos que sus pares masculinos en este sector.
Con motivo del día de la mujer, hemos hablado con cinco mujeres que desarrollan su actividad profesional en el sector tecnológico y que nos han contado de primera mano cómo ven el papel de la mujer en esta industria y cómo viven la diferencia con sus homólogos masculinos.
Koro Castellano
Preguntamos acerca del famoso techo de cristal a Koro Castellano, directora de Kindle España (Amazon). La directiva opina que queda mucho por hacer todavía, pero ya se están tomando medidas para que haya mayor igualdad. En este sentido afirma que “si en algún momento podemos romper este techo de cristal, es ahora. En primer lugar, la concienciación social está aumentando, las mujeres cada vez son más protagonistas de la vida empresarial y, además, empresas de referencia en el sector de las tecnologías se toman muy en serio promover la diversidad”.
En cualquier caso, Castellano considera esencial que cambie la sociedad: “No podemos transferir la responsabilidad de promover la igualdad solo al mundo empresarial. Las familias también deben modificar sus patrones de comportamiento y, en definitiva, la distribución de roles. Es clave, por ejemplo, que promovamos las vocaciones tecnológicas entre las mujeres, necesitamos que haya más ingenieras, más talento femenino en las carreras técnicas. De esta forma, igualaremos el mercado laboral desde abajo”.
La Country Manager de Google España y Portugal, Fuencisla Clemares, considera que “hay que seguir trabajando en visibilizar las capacidades y habilidades de las mujeres y mostrar que la valía no es cuestión de hombres o mujeres, sino de personas”. En el caso de Google, Clemares añade que la compañía lleva ya varios años publicando sus cifras de diversidad en Google Diversity.
Según el World Economic Forum, el año 2133 será la fecha en la que se cerrará la brecha de género en el sector TIC. En este sentido, la directiva de Google considera que, aunque queramos reducir esa cifra rápidamente, “sería algo irreal”. No obstante, sí que considera que se pueden hacer cosas para avanzar. Nos cuenta que, desde Google, por ejemplo, están desarrollando programas de educación sobre habilidades y capacidades digitales dentro de los currículos escolares, como es el programa Genios, que ha llevado a cabo Google junto a Ayuda en Acción. Made with Code es otro proyecto a nivel global para enseñar a las chicas a programar y Women Tech Makers tiene como objetivo dar visibilidad y conectar a mujeres dentro del mundo de la tecnología.
La directora de marketing de Strands, Victoria Yasinetskaya -quien publica a través del propio site de Strands contenidos relacionados con el fintech– nos habla más específicamente de la industria que aúna el mundo de las finanzas con el de la tecnología. Yasinetskaya utiliza el término femtech para referirse a las mujeres que trabajan en el sector del fintech o de los servicios financieros. Este concepto lo explica de manera más amplia en su artículo: “La enorme contradicción en FinTech: el caso de FemTech”.
La directiva afirma que “el hecho de que haya tan pocas mujeres en fintech presenta una contradicción para el sector que pretende innovar y entender mejor al consumidor. Aunque el 80% de las decisiones de compra y la gestión de finanzas domésticas depende de las mujeres, sólo el 7% de las empresas fintech tienen presencia femenina.
Este “gap” es debido a dos factores: el sector financiero y tecnológico está dominado por hombres y van a pasar muchos años para que eso cambie; y los roles de liderazgo están dominados por hombres”.
Yasinetskaya cree que es cuestión de tiempo que las actuales startups lideradas por las mujeres sean un éxito y que se hable de ellas como de Apple. “Además”, añade, “la segunda persona de Facebook es una mujer, Sheryl Sandberg, COO, y es una ‘role-model’ para muchas mujeres en tecnología”.
Fundó a comienzos de los años 2000 Rentalia y Toprural, dos portales de alquiler de inmuebles para vacaciones. Hace cuatro años se embarcó en un nuevo proyecto llamado Soysuper, un agregador de supermercados online del que Marta Esteve es fundadora y CEO. Dada su experiencia en el mundo del emprendimiento, le hemos preguntado por el motivo por el cuál no hay ningún nombre de mujer encabezando las principales empresas tecnológicas internacionales.
Para ella se debe a que, por una parte, en las carreras de tecnología o ingenierías ha habido pocas mujeres hasta ahora y, por tanto, luego han emprendido menos mujeres. Por otra parte, considera que el propio hecho de que haya pocas mujeres referentes, no ayuda a fomentarlo. Por esa razón, según Esteve, debemos acercar la tecnología a las niñas, “porque se nota que hay diferencia de género desde edades tempranas”.
La emprendedora considera que existe un techo de cristal para las mujeres, pero que las razones son muy variadas. Confiesa que en muchas ocasiones los límites nos los ponemos las propias mujeres porque “hay que hacer demasiados esfuerzos contracorriente y al final optamos por levantar el pie del acelerador”. “Si la logística fuera más sencilla, el apoyo familiar fuera mayor y la mujer encontrase más apoyos en sus redes, probablemente habrías más mujeres en puestos directivos”.
La que fuera fundadora de dos de las primeras webs del panorama español que publicaron opiniones negativas de los usuarios, cree que el hecho de que las mujeres cobren menos parece reflejar que la sociedad considera que contratar a una mujer conlleva un coste y que, por tanto, la mujer debe venderse mejor.
No tiene claro que la discriminación positiva aporte mucho, pero considera efectivo “comunicar y hacer ver los beneficios de tener mujeres en puestos directivos, como, por ejemplo, que no se pierda de vista a un 50% de los clientes”.
Es CEO y consultora principal de e-growing, donde ofrece servicios de consultoría y de estrategias online y mobile. Vanessa Estorach nos comenta cómo la diferencia de género empieza en la infancia: “Nos regalan ordenadores más tarde que a los niños y, con ello, inconscientemente ya vamos percibiendo que tenemos que ser las ‘cuidadoras’ de muñecas. Hay un estudio publicado recientemente en la revista Science (2017) que dice que las niñas empiezan a creer que son menos brillantes que los niños a los 6 años. Y, si a esas niñas les interesa construir cosas o jugar con el ordenador y ese interés les hace pensar en estudiar alguna ingeniería, todavía hoy es probable que su entorno les anime a que opten por otras carreras”.
La co-fundadora de la comunidad de mujeres que trabajan en la industria móvil en Barcelona Women in Mobile considera que la imagen pública de la informática y otras ciencias relacionadas, no es buena. “No ayudan artículos que recurren a tópicos gastados para describir a quienes crean empresas de tecnología o desarrollan algoritmos como gente frustrada o inadaptada”. Estorach cree que se debería enseñar programación en el colegio igual que se enseña inglés, “ya que es un lenguaje más y además será la base de muchas de las nuevas profesiones de este siglo”.
La CEO también nos ha comentado que el informe de Athena Factor (citado en Harvard Business Review, 2016) refleja que el 41% de las mujeres que se incorporan al sector tecnológico abandona durante los 10 primeros años de carrera profesional frente a un 17% de hombres. “El factor clave – afirma- es la hostilidad del ambiente masculinizado hacia ellas. Hostilidad consistente en sueldos más bajos, menos promociones internas y sexismo, entre otros factores”.
La conciliación y flexibilidad laboral son también fundamentales para Estorach, aunque ya muchas empresas tecnológicas están trabajando para que, por ejemplo, mujeres que tienen hijos puedan conciliar fácilmente su vida profesional y personal, con reducciones de jornada o trabajo a distancia. Además, “a las mujeres nos cuesta más encontrar financiación”, de hecho, indica, según Harvard Business Review (2016), “en startups tecnológicas de alto rendimiento, financiadas con capital riesgo, solamente el 9% de los emprendedores son mujeres”. Y es que las TIC, afirma Estorach, “están pensadas y gestionadas como un “boys’ club”, por lo que debemos conseguir entre todos y todas cambiar esto y que sea un sector con un ambiente inclusivo y gentil”.
En cuanto a qué medidas tomarían para salvar la brecha de género que hay en el sector, las profesionales coinciden en que todo pasa por la educación, en fomentar el aprendizaje en nuevas tecnologías en las niñas desde la escuela, y que vean que tienen las mismas posibilidades de triunfar en este sector que cualquier hombre.
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