Durante años, la programación era ese sector de la economía mundial reservado para los mal llamados frikis. Un estereotipo falso y muy perjudicial. En gran medida ha alejado a muchos estudiantes de lo que habría sido una oportunidad profesional excelente. Hoy en día existen administraciones públicas y organizaciones y grupos profesionales vinculados a la investigación que se están movilizando para cambiar esa tendencia tan negativa. Y lo han hecho con éxito.
Como ya publicamos en BBVAOpen4U, en EEUU surgió un movimiento conocido como ‘Learn to code movement’ (Movimiento Aprende a programar) en el que personalidades de muchos sectores se unían para reclamar una mayor implicación con la enseñanza de la programación a los niños. Empezar, desde muy pequeños, a entender el funcionamiento del software, pero siendo capaces de desmenuzar sus tripas, el tan temido código. Muchos otros países se encuentran a años luz de este tipo de iniciativas, pero sí que es cierto que cualquiera puede aprovechar las herramientas que están surgiendo en la Red fruto de este esfuerzo.
En estos momentos existen servicios online que, con disciplina, pueden servir para aprender a programar en varios lenguajes. Están al alcance de todos y lo único que se necesita es un punto (o más bien un gran punto) de constancia. Codeacademy, Treehouse, Codeavengers, Udacity, Programmr, Code School… son algunos de los sitios dedicados a la enseñanza sencilla de la programación.
Antes de acudir a internet y empezar a picar código, es un ejercicio muy práctico informarse sobre el tipo de lenguaje que queremos aprender primero. Es un debate casi tan antiguo como el origen de la programación. Que si PHP, que si Ruby, Python, BASIC, Objective-C, C, C + +… o Java. Existe un índice (TIOBE Index) que cada mes establece un ranking muy interesante sobre la popularidad de los lenguajes de programación dentro del sector. Es posible que, si realmente tienes decidido aprender a programar, escojas uno donde exista mercado profesional. Aquí tienes un pequeño gráfico con los datos del estudio.
La revista IEEE Spectrum también elaboró a mediados de 2014 una clasificación de los lenguajes más populares, en el que se medían hasta 12 factores distintos, entre ellos el desarrollo profesional, las búsquedas en Google o las referencias en Twitter, Reddit o Hacker News. El resultado del estudio es que Java era el lenguaje más utilizado, seguido por Python, C# y PHP. Después venían el Javascript, Ruby, PERL y HTML.
Desarrollo profesional, desarrollo profesional, desarrollo profesional…
Evidentemente, existen muchos factores que influyen en la elección del tipo de lenguaje que escogemos a la hora de empezar a programar, pero el desarrollo profesional es decisivo. Es posible que quieras aprender código por afición, pero no puedes despreciar la posibilidad de que puedas obtener en el futuro una rentabilidad económica de tus conocimientos.
Muchas veces, las primeras elecciones son las más importantes. Es una buena opción comprobar si el lenguaje escogido tiene demanda, cuáles son los rangos salariales dentro de las empresas o bien en proyectos aptos para freelance. En ese sentido, como en muchas otras profesiones, existen diferencias importantes entre España o países con un mayor empuje como EEUU, Reino Unido o Irlanda.
Entre los empleos relacionados con la tecnología, el de desarrollador de software es, posiblemente, el que mejores presente y futuro tiene al otro lado del Atlántico. De hecho, el salario medio de un programador de software en una empresa americana es superior a los 90.000 dólares anuales, tiene una tasa de desempleo especialmente baja, del 2.8%, y se espera la creación de casi 140.000 empleos de aquí a 2022. También es una profesión de futuro el desarrollo web, con un salario medio de 62.000 dólares y una tasa de paro del 4.2%. Lógicamente, las comparaciones salariales entre EEUU y España no tienen mucho sentido porque son dos universos totalmente distintos. Comparar es equivocarse.
Tanto es así, que en España el salario medio de un Director de Sistemas o un Director de Desarrollo puede rondar los 55.000 euros, mientras que un Jefe de Proyecto cobraría unos 38.000 euros y un programador PHP, Linux o Perl podría estar en torno a los 24.000 euros brutos anuales. En cualquier caso, las cifras son muy variables en función de las empresas o los proyectos, y difícilmente comparables al mercado americano o británico. Quizás sí sería más oportuno establecer una comparativa con Irlanda, aunque en este caso los profesionales están ya muy por encima de las condiciones que se ofrecen en nuestro país.
De todas formas, aprender a programar podría ser la forma más rápida de acceder a alguno de los 900.000 puestos de trabajo vacantes que habrá en Europa en 2015 relacionados con la tecnología y la comunicación. Además, dentro de las previsiones de la Comisión Europa hace más de un año, el Viejo Continente crea unos 100.000 empleos al año vinculados al sector digital.
Hay que aprender a pensar como un programador
Además, también es necesario hacerse algunas preguntas importantes: ¿qué tipo de programas queremos desarrollar? ¿En qué sistema operativo funcionarán? Y no menos importante, cuál es nuestra predisposición personal a un tipo de código u otro. Es posible que nos hagan algún tipo de recomendación, pero puede que con el tiempo nos demos cuenta de que no fue una buena elección. Es como la lectura, los mejores libros son aquéllos que podemos acabar de leer. No sirve de mucho empezar algo que no vamos a acabar. Hay que llegar a meta.
“No existe un lenguaje especial con el que comenzar a programar, ahora bien, una buena opción es empezar por leguajes orientados a objetos como Java”, afirma Jesús Jiménez Álvarez, presidente de la Asociación de Programadores Informáticos. “Es el paradigma de la programación actual y el más utilizado en el mundo laboral, lo que nos permitirá adquirir buenos hábitos de desarrollo de software y seguir aprendiendo posteriormente”, afirma Jiménez.
Andrés Nicolás, presidente de la Asociación ThinkBit, dedicada a impulsar el estudio y el aprendizaje de la programación a los más pequeños, recomienda Python, “un lenguaje de tipo general, con aplicaciones en muchísimas áreas y con una sintaxis sencilla”. Además, afirma, “es uno de los lenguajes más usados, con un ritmo alto de crecimiento, con una base de usuarios gigante y una gran cantidad de recursos de aprendizaje tanto en español como en inglés”.
Una cuestión de vocación o meta profesional
También es importante tu vocación personal o tu objetivo final. Si quieres dedicarte al diseño de páginas web, lo ideal es aprender HTML, CSS, JavaScript y quizás PHP “para la creación de páginas dinámicas con acceso a datos”, avanza Jiménez. Ahora bien, si tu meta es desarrollar aplicaciones móviles, tu elección debe ser totalmente distinta: “debes aprender Objective-C para aplicación en iOS y Java para Android”. De todas formas, como dice este profesional, lo importante es aprender a “pensar como un programador” y para eso las herramientas gratuitas de las que hemos hablado pueden servirte de ayuda.
“Empezaría meditando cuál es la aplicación o utilidad que le gustaría obtener de la programación, puede ser una app, un robot o un juego sencillo y buscar qué lenguajes se usan en ese campo”, afirma Nicolás.
En muchas ocasiones, el trabajo de los demás también es un buen punto de partida para aprender. Mirar el código hecho por profesionales con más experiencia puede ser muy útil. Dentro del sector de la programación, existen bibliotecas escritas por la comunidad de desarrolladores que nos pueden servir para aprender, comparar, resolver dudas… Por tanto, cuantas más bibliotecas de un lenguaje concreto existan y más populares sean, mucho mejor para nosotros.
“Hoy en día hay miles de recursos online gratuitos, cientos de universidades cuelgan cursos y miles de personas alrededor del mundo crean contenido de calidad”, afirman desde la Asociación ThinkBit. “Recomendaría estudiar un poco los fundamentos del lenguaje y a mirar códigos y proyecto de otras personas”, dice Nicolás, con la idea de aprender, mejorar y crear nuestro propio código.
NOTA AL PIE
– C: te enseña a programar de manera eficiente.
– Java: uno de los lenguajes más útiles de aprender de cara al mercado laboral actual.
– Python y PHP: son fáciles y divertidos de aprender.
– Javascript: para dar el salto a la programación web.