La banca digital o banca electrónica es el futuro del sector bancario, con cada vez más funcionalidades y posibilidades
La banca digital, la transformación virtual y sobre la infraestructura de las telecomunicaciones de la banca, es cada vez más usada. Sus ventajas de ubicuidad, accesibilidad, rapidez, disponibilidad, seguridad o la gran posibilidad de funcionalidades disponibles hacen que los usuarios se hayan decantado claramente por ella. ¿Que es banca digital? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
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¿Qué es la banca digital?
La banca digital, también llamada banca electrónica, banca online o banca virtual, consiste en aquella versión de la banca que opera mediante medios digitales, accesible desde ordenadores, tabletas y teléfonos móviles. Aunque se usan como sinónimos, tienen ligeras diferencias y aparecieron en momentos distintos:
- Banca digital. Formalmente, aquella que no es analógica.
- Banca electrónica. La que se lleva a cabo mediante medios electrónicos.
- Banca por internet u online. Aquella que usa la red para funcionar.
- Banca virtual. La que no requiere sucursal física.
Esta última es, cada vez más, la opción por defecto de los clientes, que se ‘llevan’ las aplicaciones bancarias allí donde van. La app móvil es la reina del sector. Una forma de ver la banca digital es como la suma de la banca tradicional más internet más dispositivos. Aquellos productos bancarios o bancarizados a los que se pueda acceder en red serán parte de la banca digital.
Los canales digitales llevan años, si no décadas (en España, la primera banca telefónica apareció en 1983), mejorando de forma continua para dar a los clientes más autonomía. Aunque fue a raíz del despliegue del canal digital sobre los dispositivos móviles inteligentes que se dio el verdadero cambio de uso. En la actualidad, un cliente puede abrir cuentas, enviar dinero o establecer metas desde su teléfono móvil, en cualquier momento y lugar.
¿Cómo funciona la banca digital?
La banca digital consiste en trasladar al plano virtual todas aquellas operaciones que antes eran realizadas en sucursales. Aunque es importante resaltar un par de puntos:
- Muchos bancos digitales siguen operando de forma física con sucursales, cajeros y otros puntos de contacto con el cliente.
- El cambio de plataforma ha llevado asociado una multiplicación de funcionalidades que antes no existían.
La banca digital funciona a través de dispositivos y de internet, por lo que será necesario que el usuario disponga de un dispositivo electrónico y conexión de red. Esta modalidad de banca funciona sobre la red de telecomunicaciones, de la que es usuaria. Sin esta tupida red de servidores, cables y antenas sería imposible desplegar la infraestructura.
En líneas generales, las aplicaciones bancarias se ubican en servidores en red, a los que el usuario final se conecta desde su terminal. Al hacer clic en la pantalla, por ejemplo para consultar los últimos movimientos de una cuenta, la señal electrónica viaja hasta la antena más cercana (del WiFi o una estación de telecomunicaciones) desde la que es enviada al servidor del banco.
Una vez allí, la orden se ejecuta. Se buscan los archivos que pide el cliente, se empaquetan y se envían de vuelta. Menos de un segundo más tarde de haber hecho clic en la pantalla, el usuario tiene todos sus movimientos disponibles. Si la banca digital es tan rápida es porque las telecomunicaciones lo son.
El ‘open banking’ de la banca digital
El open banking es un modelo de negocio en el que se permite el intercambio de datos en el ecosistema financiero, dentro de la banca digital. No habría open banking sin banca digital, aunque este nuevo modelo de negocio ha revolucionado el concepto de banca virtual, permitiendo la personalización, creando numerosos productos y servicios o democratizando la banca.
El open banking puede ser considerada la última iteración de la banca digital, en una modalidad regulada mediante normativa como la PSD2 que, al aportar estabilidad al sector, ha permitido aplicar herramientas avanzadas como las API y diferentes mecanismos de transparencia financiera. Este ha sido uno de los sectores que más ha cambiado con la banca abierta.
Con el open banking no solo han surgido nuevos productos financieros, también se ha reducido su coste, han facilitado la inclusión financiera, mejorado la experiencia de cliente, han hecho crecer la competencia, dinamizado el sector del desarrollo bancario y aumentado (con creces) la seguridad para el usuario.
Ventajas de la banca digital
Las ventajas de la banca digital se remontan varias décadas atrás, cuando fue posible por primera vez el realizar las primeras transferencias telefónicas mediante una llamada. Con el desarrollo de la red de telefonía móvil, el hardware y software de los dispositivos, y los diferentes mecanismos de seguridad y usabilidad de las aplicaciones móviles, las ventajas no han dejado de crecer:
- Disponibilidad 24/7. Con la banca digital desaparecen los horarios y las colas. Es posible consultar y operar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Salvo contadas excepciones, es posible realizar todas las gestiones desde el ordenador o el teléfono móvil.
- Una mayor accesibilidad. Que no haya que desplazarse a la sucursal bancaria supone para muchos usuarios una mayor accesibilidad, ya que no han de adaptar sus horarios a la apertura o cierre física del banco. Esto es especialmente útil para usuarios rurales o de municipios pequeños, así como colectivos con discapacidades que implican limitaciones físicas.
- Menores costos, mayores ahorros. La banca digital tiene su coste, pero es más bajo que la presencial. Estos menores costes se traducen en ahorro para los clientes.
- Aumento de la transparencia. El usuario de la banca digital tiene toda la documentación al alcance de su mano. Con un par de clics puede acceder a toda las especificaciones técnicas de sus cuentas, servicios, condiciones, así como ver sus activos o movimientos. Los términos son más claros, y hay más tiempo para considerarlos (frente a la contratación de productos y servicios presenciales).
- Más seguridad en las operaciones. La banca digital ha fomentado una mayor securización bancaria, fuertemente regulada. Los usuarios cuentan con sistemas de firma electrónica, pines o claves, sin las cuales las operaciones no se realizan. También es posible bloquear tarjetas a distancia en caso de robo o extravío.
- Productos y servicios personalizados. El desarrollo del ecosistema digital permite, a la vez, diseñar productos de masas pero adaptados al usuario. Esta centralización en el cliente era algo imposible en versiones previas de la banca.
¿Qué operaciones puede hacer un cliente de banca digital?
La banca digital permite realizar, entre muchas otras, las siguientes operaciones:
- Apagar o encender tarjetas. En apenas un par de clics.
- Marcar metas. Configurar metas de ahorro y objetivos.
- Pagar con el móvil. Usar el teléfono como si de una tarjeta se tratase (tecnología NFT, BBVA Smartpay) o hacer pasos electrónicos con Bizum y transferencias.
- Hacer efectivo dinero móvil. Con la app de BBVA es posible enviar dinero a un cajero para que lo pueda utilizar la persona que desees.
- Pedir turno de caja. Así se puede ahorrar tiempo de espera al acudir a la oficina.
También es posible acceder a servicios más avanzados:
- Contactar con gestores. En la app de BBVA es posible disponer de gestores para solucionar dudas y ayudar con las gestiones.
- Cambiar divisas. Para ir a recogerlas a una oficina cuando lo necesites.
- Firmar a distancia. Con seguridad y comodidad.
- Mi día a día. Una herramienta intuitiva con la que controlar gastos y gestionar cuentas.
- BBVA Valora. Herramienta para conocer el precio estimado de la vivienda que te gustaría comprar, así como el precio de otras cercanas.
- Correspondencia virtual. Una forma de acceder a todos tus productos financieros u operaciones.
La banca digital en España
La banca digital no ha dejado de crecer en España. En 2021, con datos del Banco de España, dos de cada tres españoles adultos hacía uso de la banca electrónica. Si se amplía el foco sobre la población joven de entre 25 a 34 años, el porcentaje sube hasta casi el 80 %. En parte, este crecimiento ha sido así debido a la pandemia, que actuó como motor de innovación digital. Aunque era un camino muy bien definido por el que se habría pasado antes o después.
Dentro de la banca digital, las apps bancarias, como la de BBVA, lideran todos los rankings si se comparan con otros métodos de acceso: presencial, telefónico o a través del ordenador. No es de extrañar que los neobancos hayan crecido de forma notable al centrarse únicamente en el sector que más crecía. Dicho esto, tres de cada cuatro cuentas siguen perteneciendo a bancos tradicionales.
La transformación del sector financiero con la banca digital
El sector financiero ha sido uno de los que más crecimiento acelerado han tenido con la pandemia, en ocasiones con problemas de crecimiento derivados de un escalado no previsto —aunque no tanto como pasó con las plataformas de streaming, que quedaron saturadas y sin capacidad y tuvieron que bajar la resolución de sus envíos—, con casi todas las métricas en ascenso.
Destaca un interesante informe de Funcas en el que se observan los diferentes cambios de uso de la banca digital y el sector financiero. Si en pre-pandemia el 17 % de los usuarios accedía a la banca online todos los días, ahora lo hace el 36 %. Se ha doblado, y la banca presencial ha visto reducidas a la mitad sus consultas presenciales.
Debido a la pandemia se ha adelantado una revolución que no iba tardar en llegar. Cada vez son más herramientas y funciones las que ofrece la banca digital que facilita el día a día del usuario. Estos últimos datos sobre el acceso a la banca nos dejan una clara conclusión: el futuro es digital.