La industria financiera en general y la de pagos en particular se encuentra en un momento de grandes avances y cambios, y tanto el open banking como muy especialmente los pagos en tiempo real están en el centro de esta transformación digital sin precedentes.
Su crecimiento está siendo espectacular en los últimos años, sobre todo en 2020 a consecuencia de la pandemia, y todo ello a pesar de que todavía suponen un volumen residual del total de pagos del sistema.
De hecho, el informe Prime Time For Real-Time, realizado por ACI Worldwide, ha proyectado un crecimiento del 43,4% en el intervalo del 2020 al 2025 de pagos en tiempo real en España, pudiendo alcanzar un porcentaje del 10% del total de pagos para ese año, lo que es solo una muestra de cuál será el próximo paradigma del sistema de pagos nacional e internacional.
Cómo funcionan los pagos en tiempo real
Los pagos en tiempo real son aquellos en los que tanto la iniciación como la liquidación se efectúan de forma instantánea. Normalmente, se realizan a través de unas redes que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que significa que están siempre disponibles para procesar pagos, incluyendo días festivos, fines de semana y horarios en los que los bancos no están operativos.
Los usuarios pueden iniciar los pagos a través de una plataforma bancaria, y los fondos se transferirán simplemente informando sobre un email o un número de teléfono al que esté enlazada esta cuenta bancaria, sin necesidad de proporcionar ningún tipo de información sensible. Y todo ello en tiempo real.
Se trata de un sistema que movió cerca de 70.300 millones de dólares en todo el mundo en 2020, un 41% más que en 2019. Tal ha sido su acogida en países como Estados Unidos, que la propia Cámara de Compensación del país americano (Clearing House) creó en 2017 la Real Time-Payment (RTP) network, un sistema para efectuar y liquidar los pagos en tiempo real.
En España, la aplicación más popular en lo que a pagos en tiempo real se refiere es Bizum, que cuenta ya con más de 14 millones de usuarios únicos y cerca de 9.500 comercios adheridos, con 29 bancos compatibles con esta plataforma.
Los pagos en tiempo real no son pagos rápidos
Aunque puedan parecer conceptos similares, los pagos en tiempo real poco tienen que ver con los pagos rápidos. La diferencia fundamental entre ellos es que, a pesar de que los pagos rápidos se ejecutan y liquidan de una forma mucho más ágil que los pagos tradicionales, no son instantáneos.
Esta diferencia es poco perceptible por los usuarios, ya que las soluciones actuales de empresas como Visa o Mastercard ejecutan y liquidan las transacciones en pocos segundos, dando la sensación de que la operación se realiza en tiempo real, cuando en realidad no es así.
El valor que proporcionan los pagos en tiempo real
Las empresas están cada vez más interesadas en todo lo que ofrecen los pagos en tiempo real. Según el último Real-Time Payments Outlook, en torno al 90% de los ejecutivos de empresas están interesados en implementar soluciones de pagos en tiempo real en sus negocios.
La pandemia de la covid-19 ha incrementado la adopción tanto por parte de las empresas como por parte de las propias entidades bancarias, obligadas a acelerar su proceso de transformación tecnológica que favorezca la adopción de ciertos servicios digitales por parte de los clientes bancarios.
En realidad, de los pagos en tiempo real se pueden beneficiar todos los agentes económicos, desde empresas, consumidores, hogares, hasta administraciones públicas.
Aumento de la liquidez en todo el sistema
La falta de liquidez es uno de los principales desafíos de las economías occidentales actuales, especialmente en tiempos de crisis económicas. Esto es especialmente importante en el caso de los pequeños negocios, que suelen ser más vulnerables, y que muchas veces tienen que esperar varios días para recibir los fondos, ya sea por transferencia o porque el sistema de liquidación es lento.
Los pagos en tiempo real mejoran la liquidez de las pequeñas empresas, generando un impacto positivo en sus flujos de caja. De ello se benefician también las propias administraciones públicas, que reciben el abono de los impuestos a tiempo, los empleados al recibir sus nóminas y, en general, todo el sistema económico de un país.
Reducción de costes
El sistema de pagos en tiempo real es mucho más eficiente que otros sistemas de pago similares, como los cheques o las transferencias bancarias. Pero, además, es mucho más barato. Según el estudio Economic impact of real-time payments, elaborado por Deloitte, la adopción de un sistema de pagos instantáneos podría hacerles ahorrar a las compañías en torno a un 8% reduciendo el coste del proceso de facturación y pagos en una empresa con los sistemas de pago tradicionales.
En general, la proyección de este informe a cinco años es que la economía podría llegar a ahorrarse cerca de 464 millones de dólares anuales si consiguen utilizar los pagos en tiempo real de una forma masiva.
Un ecosistema mucho más innovador
El viejo modelo de entidades reguladas por bancos centrales está siendo sustituido de forma rápida por un nuevo ecosistema formado por bancos y fintechs. Una nueva generación de innovación financiera en la que ambas partes están condenadas a colaborar de forma muy estrecha.
Los pagos en tiempo real son solo una de las muchas innovaciones de este nuevo ecosistema digital, que brindará nuevas oportunidades de crecimiento gracias a la apertura de la infraestructura bancaria a terceros (el open banking), y de las nuevas oportunidades surgidas dentro de este nuevo sistema digital.
El open banking y las APIs en el centro del cambio de los pagos en tiempo real
El despegue de los pagos en tiempo real está yendo de la mano del espectacular crecimiento del open banking, que se apoya en las regulaciones a nivel europeo PSD2 y otras normativas internacionales. Las APIs bancarias contribuyen a que todas las operaciones se puedan realizar de forma instantánea, y los pagos en tiempo real no iban a ser una excepción.
Por ejemplo, las APIs de BBVA Business Payments y Business Collections, que se utilizan para gestionar pagos y cobros, respectivamente, de forma automática, instantánea y adaptada a las necesidades de los clientes y proveedores. Así, las empresas pueden mejorar la eficiencia de su conciliación bancaria, reducir los costes operativos y aumentar la satisfacción de sus relaciones comerciales.
En definitiva, los pagos en tiempo real suponen un salto cualitativo importante entre la relación entre empresas y clientes. Pero, además, su adopción tiene una serie de ventajas para toda la sociedad a nivel económico y financiero.