Los procesos de digitalización han llegado a prácticamente todos los sectores: nuevas líneas de producción, automatización total de los procesos, mejora en la experiencia del usuario… La era digital es una oportunidad para el cambio del funcionamiento de las industrias nacionales, y la tecnología constituye la base de su crecimiento. Gracias a ello, sectores como la venta minorista han abrazado el comercio electrónico como vía para satisfacer las necesidades cada vez más cambiantes de los consumidores, y están experimentando una transformación a una velocidad nunca vista hasta ahora.
Sin embargo, en algunos de ellos todavía hay barreras que derribar. El ejemplo paradigmático es el sector automovilístico, una industria que supone en torno al 10% del PIB de España pero que, hasta ahora, no ha conseguido equipararse a otras industrias en lo que a transformación digital se refiere.
Es precisamente en este contexto donde podemos ver un claro ejemplo de cómo las APIs bancarias pueden ser parte de esta transformación digital para aportar valor real y mejorar la experiencia de los clientes. La última frontera es el proceso de compra, posiblemente el momento más crítico de todo el flujo, y donde mayor valor añadido pueden aportar las APIs.
La transformación digital del sector automovilístico
Las condiciones cambiantes del mercado están obligando a las empresas a invertir en nueva tecnología para ajustarse a ellas y a las nuevas necesidades de los usuarios, sobre todo para sustentar la tendencia al alza del comercio electrónico que mencionábamos anteriormente.
Esto conlleva, además, que las empresas tengan cada vez más canales y que las relaciones con los clientes se lleven a cabo en todos ellos, y no solo en la tienda física. Esta omnicanalidad, sin embargo, no se ha consolidado en el sector automovilístico (o, al menos, no con la rapidez con la que se ha dado en otros sectores) en el que, por sus especiales características, todavía sigue siendo necesaria la presencia física en el proceso de compra de un coche.
Esta es, de hecho, una de las últimas barreras que debe derribar esta importante industria para crecer, especialmente en un mundo cada vez más interconectado en el que las tablets, los smartphones, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea forman parte de nuestro día a día.
La realidad: los concesionarios no están todavía preparados
Un reciente estudio de MotorK pone de manifiesto la importancia de las nuevas tecnologías en el proceso de compra. El 62% de los procesos de compra de automóviles en Europa comienza con un smartphone, y aumentará hasta el 86% en los próximos tres años. Es más, el 28,7% de todas las solicitudes online de información y presupuesto de coches que se atendieron en menos de 10 minutos acabaron en venta.
Sin embargo, los concesionarios europeos siguen sin estar del todo preparados para esta transición digital. Más de la mitad de las webs de concesionarios oficiales carece de funciones básicas y el 54% ni siquiera cuenta con vehículos nuevos o seminuevos de stock.
Esta realidad es especialmente negativa en todo lo que tiene que ver con el proceso de compra. No digitalizarse implica perder clientes potenciales, y la inmediatez se convierte en un aliado indispensable para los distribuidores.
Las APIs, catalizadoras del cambio: ¿cómo pueden ayudar a la industria automovilística?
El proceso de digitalización está siendo especialmente rápido desde la apertura de las APIs bancarias, gracias al impulso regulatorio de los gobiernos europeos mediante la puesta en marcha de la normativa PSD2. En los últimos años, han surgido numerosas iniciativas que se pueden aplicar a cualquier industria, especialmente en todo lo que tiene que ver con la gestión de los pagos y el sector retail. El sector de la automoción, por sus especiales características, puede beneficiarse de todo su potencial, ya que puede acceder a toda la información bancaria de forma instantánea para, de esta manera, ofrecer el producto que más se ajuste a las necesidades y características del cliente.
Hay que tener en cuenta que el proceso de compra de un vehículo es uno de los pocos en el que, casi siempre, interviene la financiación. Sin embargo, los procesos de solicitud de préstamos son en ocasiones lentos y no siempre se ajustan a las necesidades del cliente. Esto tiene un impacto directo en la compra, ya que sin una financiación que el cliente considere adecuada y factible, no se decidirá a adquirir el vehículo.
Las APIs aceleran este proceso y ajustan sus condiciones al proceso de compra. Gracias a ellas, cualquier aplicación, ya sea de la propia marca o de un tercero, puede integrar una solución para facilitar la solicitud de préstamos a los clientes del concesionario. La marca ofrece financiación a medida de una forma sencilla e integrada, accediendo a las ofertas que ofrece el banco de forma instantánea, y puede llegar a ofrecer un préstamo preconcedido en función de la solvencia y las condiciones del cliente que lo solicita.
Una de las APIs que más puede ayudar en este proceso es la API Auto Loan de BBVA, que permite conocer si los clientes tienen un préstamo preconcedido en BBVA y en qué condiciones. Gracias a ella, cualquier servicio podrá integrar la financiación dentro del proceso de compra, personalizar las ofertas y poniendo a disposición del usuario todos los datos relevantes sobre su préstamo, por ejemplo, sus límites, importes, plazos y comisiones.
Las ventajas de las APIs dentro del proceso de compra
Las ventajas de este tipo de APIs integradas dentro del proceso de compra son evidentes para todos los actores, y se trata de un servicio esencial que completa considerablemente el catálogo de prestaciones de cualquier concesionario o distribuidor.
- Financiación integrada: las APIs ofrecen la posibilidad de financiar cualquier producto e integrar esta financiación dentro del proceso de compra. De esta manera, cualquier consumidor puede acceder de forma rápida a la financiación que esté a su disposición y sus condiciones. Y es que no es lo mismo ofrecer un préstamo preconcedido en un momento en el que el usuario no lo necesita que en pleno proceso de compra de un vehículo.
- Posibilidad de acceder a ofertas personalizadas: la entidad puede ofrecer préstamos ajustados al scoring de cada cliente tras analizar su solvencia y adaptar mejor su propuesta comercial.
- De forma instantánea: las ofertas se muestran en tiempo real, y los usuarios pueden conocer rápidamente cuáles son las condiciones de su préstamo.
- Con ofertas competitivas: las ofertas que ofrece una entidad bancaria compiten en cierto modo con las que ofrece la financiera de la marca. De este modo, el cliente tiene a su disposición de una forma rápida y sencilla todas las ofertas a su disposición para que pueda escoger la mejor.
- Con un coste mucho menor: las APIs proporcionan todos los recursos y las herramientas necesarias para la implementación de nuevas aplicaciones que se ajusten a las necesidades del cliente. Los desarrollos son más baratos y se ajustan mejor a las necesidades de cada usuario.
En definitiva, las APIs se han convertido en un aliado para la transformación digital de las empresas y los sectores, y la industria del automóvil es una que más puede aprovechar todo su potencial. El recorrido es aún bastante grande, y los beneficios son significativos para todos los actores de esta industria.