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Mark Zuckerberg tenía muy claro lo que quería hacer cuando decidió comprar el servidor Atlas a Microsoft el pasado año, por 100 millones de dólares: dar un gran paso al frente en el mundo de la publicidad online. Una estrategia que, no solo le permitirá hacer frente al gigante Google, sino también poder ofrecer a las empresas un mayor grado de efectividad en sus campañas de marketing, que, en Facebook, ya empezaban a convertirse en, nos atreveríamos a decir, obsoletas.
Y es que, el camino al que tiende a dirigirse el mundo digital es claro. Como afirma Erik Johnson, jefe del Atlas, y como se desprende de numerosos estudios, la gente cada vez pasa más tiempo con sus dispositivos móviles y se relaciona con las redes sociales más que con cualquier otro medio. “Un cambio en el comportamiento del consumidor que ha tenido un profundo impacto en su trayectoria a la hora de comprar tanto online, como en las tiendas tradicionales”, explica el directivo.
Por este motivo, Facebook compró Atlas. Porque este servidor le permite tener la capacidad de ofrecer a cualquier tipo de empresa publicidad en múltiples plataformas, ya sean móviles o a través de su red social o webs de terceros. Además, le permite descentralizarse de las cookies que, en la actualidad, no son lo suficientemente efectivas a hora de para rastrear los gustos de los usuarios cuando navegan por otras páginas de internet, para mostrar los anuncios acorde a sus preferencias y medir el impacto de las ventas. Según se explica en el blog de la red social, “las cookies no funcionan en los móviles, no son precisas a la hora de segmentar geográficamente y no pueden rastrear de forma óptima a través de distintos navegadores y tecnologías”. Una serie de obstáculos que ahora, Facebook, puede salvar con Atlas.
Con los datos recabados a través del servidor, Facebook puede elaborar un historial con los gustos y aficiones de cada usuario que permite a los anunciantes identificar mejor a sus posibles compradores: se aplica, como define la propia Facebook, “el marketing centrado en las personas”.
Pepsi e Intel, los primeros en probar Atlas
Este tipo de servicio es óptimo para cualquier tipo de empresa, ya sea grande o pequeña como una startup, aunque, de momento, ha sido la agencia Omnicom la primera compañía en probar Atlas con las marcas Pepsi e Intel.
Lo que primero que se va a encontrar Omnicom es una interfaz sencilla de utilizar y la capacidad de contarse al servidor para empezar a utilizar los datos ofrecidos por Atlas para poder analizar e informar a sus clientes sobre sus campañas de marketing a través de las distintas plataformas donde se muestran los anuncios, además de medir los resultados en todos ellos incluyendo, como hemos mencionado anteriormente, no solo la propia red social sino también, en distintos dispositivos móviles y webs de terceros.
En este sentido, Atlas se encarga de analizar los comportamientos de los usuarios en la red para extraer qué anuncios ven, con cuáles interactúan y cuándo actúan, para recopilar toda esa información y unirla a los perfiles de Facebook.
Es importante apuntar también que Instagram está ahora integrado con Atlas para medir y verificar las impresiones de los anuncios. De este modo, para los anunciantes que utilicen Atlas, como Omnicom, y que ya estén ejecutando campañas a través de Instagram, dichos anuncios de Instagram se incluirán en los informes de Atlas.
Por el momento, los anunciantes tendrán acceso a datos demográficos básicos como la edad o el género. No obstante, Atlas podría llegar a ofrecer una mayor cantidad de información relativa los intereses de los usuarios con el objetivo de orientar mejor la publicidad. Una forma de publicidad basada en los datos de las personas que permitiría medir la eficacia de las campañas de maketing pero que también, ha creado un nuevo debate acerca de los límites de la privacidad en internet.
Polémicas a parte, con Atlas, las empresas también pueden seguir aprendiendo de las reacciones de sus clientes a determinadas acciones, pudiendo alterar el contenido de sus estrategias de publicidad en consecuencia, para hacerlas lo más efectiva posibles, siempre probando cosas nuevas. Y es que, el precio de la inactividad es mayor que los riesgos que se puedan crear en cualquier estrategia de marketing y publicidad.
La agencia digital M8, menos conocida que las anteriores marcas, es otra de las empresas que han probado Atlas. En esta ocasión, esta empresa especializada en ayudar a sus clientes a transmitir mensajes de valor para sus campañas de marketing a audiencias muy concretas, decidió valerse de Atlas para proporcionar a una aerolínea mensajes muy segmentados para sus clientes que vuelan entre Estados Unidos y Latinoamérica. Entre los resultados más destacados se encuentran un 15% más de efectividad en sus mensajes después de analizar toda la información que les ofrecía el servidor Atlas.
Finalmente, no obstante, hay que recordar que el hecho de que el público vea la publicidad no garantiza nada. Por ello, tienes que ofrecer promociones, cupones y otras ventajas con la condición, por ejemplo, de que se comuniquen con tu negocio en ese momento. El uso de acciones de incentivo será el aliciente final para enganchar al usuario.
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