Normalmente, cuando los desarrolladores cometen fallos suelen manifestarse en errores en usabilidad o, lo que es lo mismo, en la facilidad con la que el usuario utiliza una herramienta tecnológica, una aplicación o una página web. La usabilidad es un término que todo desarrollador debe tener siempre en mente. Es tan importante que se define como una disciplina y está recogida dentro de la Norma Internacional de Calidad del Software ISO 9241-11: Guidance on Usability.
La claridad y la elegancia con que se diseña la interacción definen la usabilidad, pero ésta se mide a través del estudio de la relación que se produce entre el sistema de navegación, las funcionalidades y los contenidos ofrecidos, además de quienes las utilizan. Teniendo esto en cuenta, un desarrollador ya puede crear un sistema, una aplicación o página web útil, eficiente en términos de uso y accesible.
La usabilidad engloba una gran variedad de productos y sistemas tecnológicos, pero nosotros nos vamos a centrar en los dispositivos móviles.
Hay que resaltar que la usabilidad beneficia tanto al usuario como al desarrollador, ya que éste último, por ejemplo, puede ver reducidos sus números de líneas de código. Esto es algo muy importante para el mantenimiento de una aplicación, ya que cuantas más líneas de código, más costoso es arreglar los errores o rediseñar una aplicación. Así, se reducen los tiempos en que el usuario requiere asistencia, lo que repercute en el número de usuarios finales que utilizan la aplicación. Por ejemplo, con el simple hecho de poner el botón “comprar” en una tienda online estás jugando con la usabilidad de la página. Y es que, si este botón no está a la vista y el proceso de Compra no es rápido, al final se realizaran menos compras y entrarán menos usuarios a tu web. Amazon sabe esto y, por eso, tiene una opción para ‘comprar en un solo clic’, lo que supone una solución muy efectiva.
Los principios de una buena usabilidad
Para conseguir una buena usabilidad se han empleado muchas técnicas, desde el estudio de una misma aplicación en miles de usuarios hasta tecnologías llamadas eye-tracking, con la que se determina la forma en la que el usuario explora visualmente la interfaz con la que interactúa. De esta forma, se marcan las zonas en las que el usuario se fija más, pudiendo establecer patrones de uso.
Existen muchas reglas que mejoran la usabilidad de una aplicación. Además, empresas como Google o Apple, entre otras muchas, han creado sus propias guías para facilitar el desarrollo de aplicaciones.
A continuación te ofrecemos algunas reglas generales que todo desarrollador debería tener en cuenta a la hora de crear una aplicación para dispositivos móviles.
1. Reducir el contenido o la información que se muestra en la pantalla. Hay que tener en cuenta que nos encontramos ante una pantalla de un dispositivo móvil. Normalmente, es difícil reducir el contenido. En este caso, lo mejor sería dar prioridad a la información más relevante o presentar las opciones que el usuario puede utilizar con más frecuencia.
2. Introducir los botones ‘Atrás’ o ‘Volver’ para poder deshacer los cambios con facilidad con el fin de corregirlos o empezar de nuevo.
3. Minimizar la introducción de texto. Hay que evitar, sobre todo, que el usuario tenga que introducir la misma información repetidas veces. Además, sería buena idea aprovechar y combinar al máximo la introducción de texto por medio de la voz, lo que está muy de moda en los dispositivos Android y Apple.
4. Reducir los tiempos de carga de la aplicación. Esto se puede conseguir reduciendo el tamaño de las imágenes al adaptarlas a distintas resoluciones o bien comprimir los ficheros que el usuario puede descargarse. También, una buena opción es descargar todos los ficheros necesarios antes de presentar la primera pantalla usando una pantalla Splash, en la que se indica el tiempo para la carga de la aplicación.
5. Crear varios diseños para una misma pantalla como pudiera ser para dispositivos con capacidad de touchscreen o non-touchscreen. Hoy en día, está muy extendido el uso de móvil con pantallas multi-touch pero también existen móviles con trackball o jokstic, mandos a distancia, etc.
6. Presentar una navegación coherente e, incluso, introducir el uso de un “sendero de migas de pan” con el cual poder saltar de un lado a otro de la aplicación.
Errores más comunes de un desarrollador
Teniendo en cuenta estos consejos, evitarás cometer los errores más comunes que comete un desarrollador, como por ejemplo:
1. Es típico que los enlaces de las páginas web de los dispositivos móviles no sean lo suficientemente grandes para facilitar el clic del usuario. Esto ocurre tanto con los botones como en los textos que tienen insertados un enlace, los cuales, no suelen ser lo suficientemente grandes para poder hacer clic con el dedo. Esto último tiene relación con la capacidad responsive que tiene el enlace y que normalmente falla, ya que no se consigue acceder al enlace hasta que hemos hecho clic unas cuantas veces.
2. La velocidad de carga es otro de los escollos con los que el usuario tiene que lidiar cuando accede a Internet a través de un dispositivo móvil.
3. En muchas aplicaciones, los campos de formularios, o los de búsqueda no responden a los datos introducidos.
4. También, destaca en muchas aplicaciones el hecho de no utilizar la fuente correcta, ni en tamaño, ni en tipografía, algo muy importante si quieres que el usuario utilice tu aplicación.