Diferencias entre PaaS pública y privada

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Banking as a service / 18 mayo 2016
Diferencias entre PaaS pública y privada
Diferencias entre PaaS pública y privada

BBVA API Market

La nueva era digital ha traído nuevas formas de gestión de grandes volúmenes de datos y, por tanto, nuevas formas de negocio y obtención de ingresos. Una de ellas es la utilización de la nube para el almacenamiento y gestión de información, en muchos casos, extremadamente sensible y la capacidad para compartir hardware y software con las unidades de negocio de terceras empresas que pagan por ello. Eso se conoce como Plataforma como Servicio (Platform as a Service o por sus siglas PaaS).

En casos como el de la banca, donde la materia prima de su negocio es explosiva (dinero y datos de servicios financieros vinculados a clientes), el uso de la nube y el desarrollo de negocio como plataforma de servicios es una cuestión sensible. Esa es la razón por la que muchas empresas, de banca o no, se han interesado por la versión privada de la nube y su extensión en Plataforma como Servicio privada para evitar riesgos en seguridad frente a una opción más abierta como la pública. 

Esto ha provocado un crecimiento enorme de las soluciones de PaaS privadas dentro del mercado. Algunos ejemplos interesantes son Apprenda, ActiveState’s Stackato, Red Hat OpenShift, CumuLogic o CloudBees. Todos estos servicios ofrecen lo necesario para proporcionar tecnología de desarrollo: implementación, pruebas y operaciones. El mayor riesgo para estos proveedores es demostrar que tienen ventajas evidentes en seguridad, pero sin elevar excesivamente los costes. Un ejemplo de la elección de PaaS privada para el desarrollo de aplicaciones y dar servicio a terceros es el caso de JPMorgan Chase y su plataforma con Apprenda.

Primero, qué es PaaS, IaaS y SaaS

Antes de hablar de las diferencias entre PaaS privada y pública, es bueno entender qué es Plataforma como Servicio, frente a modelos distintos como Infraestructura como Servicio (IaaS) y Software como Servicio (SaaS). Una forma muy práctica es establecer qué soluciones de TI quedan en cada caso en manos de terceros:

● IaaS: en este caso quedan en manos del proveedor tanto los servidores, como el almacenamiento y la red. Mientras que del lado del equipo de TI interno quedarían la gestión de los datos, el sistema operativo y las aplicaciones.

● PaaS: en ese caso, se cede todo menos los datos y las aplicaciones.

● SaaS: todo queda en manos del proveedor de servicios de TI contratado. 

PaaS privada: hacia la nube híbrida

Dos de las ventajas evidentes de las tecnologías de PaaS privada es su capacidad de portabilidad hacia la nube pública o su evolución hacia plataformas basadas en nube híbrida. Esto suele ser bastante habitual cuando un equipo de TI necesita más capacidad para desarrollar y desplegar aplicaciones en la nube o aplicaciones móviles, probarlas o bien para ampliar sus aplicaciones SaaS (Software como Servicio) como, por ejemplo, un CRM bajo demanda como Salesforce.

Suele ser muy habitual, en la empresas que se están moviendo hacia soluciones mixtas de nube híbrida, tener los procesos de desarrollo y prueba en la nube pública, mientras que las aplicaciones que se encuentran ya en producción están alojadas en la nube privada, salvo en los momentos en los que existe una interrupción del servicio o la demanda es tan elevada que no compensa.

PaaS pública: mantenimiento de la infraestructura

La gran ventaja de una PaaS pública es que el cliente no es quien se hace cargo de la gestión y el mantenimiento de la infraestructura (capacidad de procesamiento o CPU y almacenamiento; ambos servicios es lo que se conoce como IaaS o Infraestructura como Servicio) o de toda la pila de desarrollo de una aplicación (por ejemplo, servidores de aplicaciones, bases de datos y el propio lenguaje de programación). Por tanto, del lado de la empresa queda solo el desarrollo de esa aplicación. Es una solución que mejora la agilidad y adelanta la comercialización.

Lógicamente, esto tiene un inconveniente evidente: la empresa es cliente de un proveedor de PaaS pública, y a su vez dispone de una serie de clientes que hacen uso de sus aplicaciones. En muchos casos, los clientes de esas aplicaciones pueden tener reservas a almacenar y gestionar sus datos desde la nube pública, aunque eso mejore la agilidad del servicio y reduzca los costes de mantenimiento.

PaaS privada: centros de datos privados

La PaaS privada permite dos cuestiones importantes:

● Una Plataforma como Servicio privada es una buena elección para aquellas empresas que quieren mantener algún tipo de hardware propio.

● También es una buena alternativa para las que quieren mantener parte de su información, en algunos casos sensible, en sus centros de datos.

PaaS pública: mejoría en la flexibilidad de los lenguajes

Los servicios de PaaS pública basados en la nube pública tienen referentes muy importantes como Google o Microsoft. El problema de este tipo de soluciones es que, al quedar la infraestructura y la pila de desarrollo del lado de gestión del proveedor, él también impone algunas condiciones que no son negociables.

Una de ellas es el lenguaje de programación en el que se produce todo el trabajo de desarrollo de las aplicaciones. En el caso de Google, la sintaxis usada para el diseño de aplicaciones en Google App Engine es Python en la mayoría de ocasiones, y esta se aloja después en la nube de Google. También es posible utilizar Go (lenguaje experimental), PHP o Java, aunque para ello son necesarios algunos cambios adicionales. También dispone de Node.js y Ruby en su entorno flexible.

● Google App Engine para Python

● Google App Engine para Java

En el caso de desarrollo en la nube de Microsoft, Microsoft Azure, se utiliza .NET y Visual Studio habitualmente, aunque también es posible desarrollar aplicaciones en Node.js, PHP, Python y Java. Al principio, las plataformas basadas en nube pública no disponían de tanta flexibilidad en lenguajes de programación y eso era un problema evidente para los equipos de desarrollo. Hoy día ya no es así. 

Esto se debe, en gran medida, al servicio ofrecido por proveedores de PaaS privada, que consiguieron un mayor posicionamiento en el mercado gracias a la enorme flexibilidad que ofrecían a los desarrolladores en el uso de distintos lenguajes de programación. Esto obligó a Google o Microsoft a evolucionar en el mismo sentido.

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