El sector bancario está sufriendo una transformación sin precedentes. La mayoría de entidades están evolucionando desde un enfoque presencial, donde las oficinas bancarias tenían una gran relevancia, a un enfoque digital, en el que todas las operaciones se pueden realizar desde un smartphone o un ordenador, sin necesidad de acudir físicamente a ninguna sucursal.
El open banking está acelerando la implementación de las funcionalidades de los bancos en plataformas de terceros y las APIs son, en buena parte, responsables de este proceso. Son la herramienta perfecta para que cualquier empresa pueda crear soluciones que ofrezcan servicios y productos bancarios desde sus propios entornos y así bancarizar a sus clientes, todo sin salir de su aplicación o sistema.
Las APIs como método de integración de los datos bancarios
Las Application Programing Interfaces (más conocidas como APIs) son librerías que permiten conectar dos aplicaciones para intercambiar mensajes o datos. Se trata de un conjunto de procedimientos técnicos que contienen todas las especificaciones para que un desarrollador ajeno al negocio bancario pueda abrir la comunicación entre dos aplicaciones. Y aunque no son elementos novedosos, al menos para la mayoría de programadores, lo cierto es que están contribuyendo a consolidar una nueva forma de banca.
La aprobación de la Directiva PSD2 (Segunda Directiva de Servicios de Pago) a nivel europeo, impulsada por la Autoridad Bancaria Europea para liberalizar el sector financiero, que ya ha sido parcialmente traspuesta parcialmente a nuestra legislación nacional con el Real Decreto 736/2019, ha acelerado el proceso de apertura de la infraestructura bancaria a terceros.
Desde entonces, cualquier proveedor puede utilizar la funcionalidad que ofrecen las APIs para ofrecer a sus clientes aplicaciones con las que puedan realizar todo tipo de transacciones de manera segura, ágil, eficiente y sin tener que abandonar su propio entorno. Esto permite, por ejemplo, que la aplicación de una empresa permita realizar las mismas operaciones que las que podría realizar desde la aplicación de su banco, como abrir una cuenta bancaria, realizar pagos y transferencias o consultar el saldo, entre otras muchas.
Todo ello sin reducir la privacidad de los datos en todo el proceso. La Directiva PSD2 garantiza la seguridad e integridad de los datos bancarios, ya que exige a las aplicaciones que únicamente se utilice la infraestructura e información bancaria previa autorización del cliente. Además, también obliga a los proveedores a implementar sistemas de autenticación reforzada, como un doble factor de identificación, un tipo de mecanismo diseñado para reforzar los requisitos técnicos de verificación de la identidad de usuarios.
Un sistema para bancarizar y fidelizar a tus clientes
El potencial de las APIs está fuera de toda duda, y sus aplicaciones son casi infinitas. Una de las más importantes es, sin duda, ofrecer a los usuarios un entorno de gestión financiera completo totalmente operativo dentro de su ecosistema, como la plataforma, una app o una web de terceros completamente independiente.
A nivel técnico, la principal ventaja para los usuarios es evidente: permite que cualquier persona que tenga relación con una empresa, ya sea cliente, proveedor o un empleado, no tenga que salir a otra aplicación para efectuar un pago o visualizar su saldo, pudiendo efectuar toda la operativa desde una única plataforma.
Para las empresas, la integración de los datos bancarios con sus plataformas permite bancarizar y fidelizar a sus clientes, que pueden permanecer durante mucho más tiempo en su aplicación e, incluso, captar a nuevos usuarios que carecían de productos bancarios y que pueden aprovechar esta oportunidad para contratarlos por primera vez.
La integración de la creación, la gestión y el control de una cuenta digital en la plataforma de una empresa evitará perder oportunidades de venta porque sus clientes no tengan una cuenta operativa a través de la cual se pueda finalizar la transacción. A través de unos sencillos pasos, cualquier persona que no haya operado antes en Internet podrá abrirse una cuenta, aportar fondos y finalizar su proceso de compra. Y todo ello sin pasar por una sucursal bancaria ni tener que descargarse y abrir nuevas aplicaciones en su teléfono móvil u ordenador.
BBVA y Uber: la primera aplicación que opera en la plataforma de un tercero
Un ejemplo de uso de esta nueva posibilidad es la app que han creado BBVA y Uber en México de forma conjunta, una aplicación que está totalmente integrada con los servicios financieros de BBVA a través de las APIs. En tan solo cuatro pasos, el conductor puede inscribirse dentro de la plataforma y tener una cuenta totalmente operativa a través de su Tarjeta Débito Socio Conductor.
A partir de ese momento, el conductor puede solicitar los fondos que Uber le debe por la prestación de sus servicios en el momento en que finaliza sus viajes, revisar su saldo y realizar el resto de operaciones, todo ello sin necesidad de salir de su propia aplicación.
Este acuerdo ha beneficiado a todas las partes. A BBVA, porque gana acceso a clientes y plataformas tecnológicas de terceros; para Uber, porque gana incentivos para atraer a los conductores para utilizar su plataforma y el compromiso de los que ya están trabajando; y para el cliente final, porque recibe una nueva experiencia de usuario, la posibilidad de obtener ingresos en tiempo real y el acceso a un conjunto de ofertas y promociones en un único lugar.
La API Accounts de BBVA
Con la API Accounts de BBVA, disponible en BBVA API_Market, podrás ofrecer la apertura de una cuenta bancaria y tarjetas de fidelización directamente desde tu app o desde tu plataforma en cuestión de minutos y habilitar funciones tan útiles y esenciales como consultar saldos y movimientos y estar al día de su estado financiero. Así podrás fidelizar a tus clientes, a tus empleados o a tus proveedores y ofrecerles una opción más cómoda de gestionar su dinero.
De esta manera, los usuarios podrán abrir una cuenta digital de bajo riesgo desde tu propia app y con tan solo unos pocos clics, siempre y cuando no tengan ya una cuenta digital registrada. Así podrás ampliar tu oferta de servicios de manera diferencial, y añadir un valor añadido a tus usuarios con respecto a la competencia.