El flujo de efectivo es una de las magnitudes más importantes de cualquier empresa. Trata de medir cuál es la entrada y la salida de efectivo dentro de la compañía, lo que proporciona una imagen real de su liquidez, necesaria para saber conocer algunas cuestiones básicas de primera mano. Desde qué inversiones pueden realizarse hasta la capacidad o necesidad de financiación de la empresa y, en general, permite anticiparse a problemas financieros que pudieran surgir en el futuro.
Sin embargo, a pesar de su importancia, la correcta gestión del flujo de efectivo continúa siendo un verdadero desafío para los pequeños negocios. En un entorno tan digitalizado como el actual, es fundamental disponer de aplicaciones que realicen una correcta gestión del flujo de cobros y pagos de una empresa, algo que no siempre es posible debido a la complejidad de los desarrollos y el coste asociado que en muchos casos conllevan. Un proceso empresarial fundamental que las APIs de tesorería pueden ayudar a mejorar.
¿Qué es el flujo de efectivo y para qué sirve?
El flujo de efectivo trata de medir la diferencia entre las entradas y las salidas de efectivo derivadas de las operaciones comerciales más importantes. Será positivo si las entradas de efectivo superan a las salidas, y negativo en caso contrario.
De esta manera, el departamento de tesorería tiene una potente herramienta para saber cuál es la situación de liquidez actual, la previsión de liquidez para los próximos meses basándose en su facturación y, sobre todo, si hay alguna necesidad de financiación para poder acometer todos los gastos pendientes.
¿Por qué es importante el flujo de efectivo?
Las empresas, en su día a día, realizan operaciones comerciales para comprar aquellos bienes que necesitan en su actividad y vender los bienes o servicios que producen. Estas operaciones se contabilizan bien como un gasto (en el caso de las compras) o bien como un ingreso (en el caso de las ventas).
Sin embargo, que se haya facturado una determinada operación comercial no significa que se haya cobrado. En muchas ocasiones, la entrada de efectivo se produce con posterioridad a que se haya llevado a cabo la transacción, un periodo que puede prolongarse incluso meses. Además, pueden ocurrir eventos inesperados que pueden llegar a ser desastrosos.
Sin embargo, algunas salidas de dinero, como los salarios, los impuestos, las deudas o los alquileres son regulares y, por supuesto, hay que abonarlos. El problema sobreviene si la empresa no tiene liquidez suficiente para hacer frente a esos pagos, y todo ello se puede complicar todavía más si los clientes no pagan a tiempo o, incluso, si las facturas acaban siendo impagadas.
En definitiva, la situación de la compañía está relacionada de forma estrecha con la situación de su flujo de efectivo. Al observarlo durante varios años, se puede averiguar si el negocio funciona bien o mal. De hecho, si el flujo de efectivo es negativo y esta situación se prolonga durante un buen espacio de tiempo, la empresa corre el riesgo de acabar en suspensión de pagos, lo que puede conducirle a una quiebra si no se toman las decisiones adecuadas.
Las APIs de tesorería, una herramienta ideal para la gestión del flujo de efectivo
Aunque en la actualidad, los ERP disponen de potentes herramientas para gestionar el flujo de efectivo de una empresa, las APIs pueden ayudar a agilizar los procesos y a proporcionar soluciones y desarrollos que se ajusten mucho mejor a las necesidades de cada realidad empresarial y, sobre todo, mucho más asequibles y seguros.
Cómo ayudan las APIs a mejorar el flujo de efectivo en tu empresa
1. Recibiendo la información a tiempo
La única forma que tienen las empresas de confirmar que un determinado cobro se ha producido es recibiendo esta información del banco. Gracias a los extractos bancarios, los responsables del departamento de tesorería pueden conocer en tiempo real cuál es el saldo de sus cuentas, todos los movimientos que se han producido y toda la información sobre los cobros y pagos que se han producido en ese periodo.
Las APIs de tesorería permiten que los extractos se reciban en tiempo real, en el momento en el que los tesoreros lo decidan, en lugar de una única vez al día, como es lo habitual en la recepción de extractos bancarios tradicional. De esta manera, se pueden ejecutar procesos contables tan importantes como la conciliación bancaria, que tiene un gran impacto sobre las decisiones que se tomen en torno al flujo de efectivo.
Esta información es especialmente relevante en aquellas empresas donde el flujo de efectivo es continuo. Este es el caso, por ejemplo, de un supermercado, donde las operaciones se cobran al contado y casi ninguna venta se aplaza. En este tipo de empresas, el flujo de efectivo cobra una dimensión especial y, por eso, la necesidad de tener toda la información en tiempo real en los libros contables es, si cabe, aún más importante.
Una de las APIs que contribuyen a acelerar este proceso es la API de BBVA Business Accounts, que permite integrar automáticamente en los sistemas de tu empresa, el extracto de cuenta de las cuentas que tengas asociadas en tu BBVA Net Cash, en el formato estándar del mercado AEB43.
2. Toma de decisiones basadas en la información bancaria
Las APIs de tesorería pueden integrarse de forma sencilla con otras soluciones sobre facturación y contabilidad para la toma de decisiones en torno al flujo de efectivo. Por ejemplo, supongamos que nuestros clientes nos pagan en un periodo de entre 60 y 90 días, pero nuestros proveedores nos exigen pagos a 30 días y que, además, tenemos una tasa de morosidad del 3%.
Esta información histórica es importante para realizar proyecciones de los futuros cobros y pagos en la empresa. Si en esta previsión de liquidez hay excedente de efectivo, podremos tomar decisiones sobre dónde colocar ese dinero o anticiparnos a la falta de liquidez en un momento dado para solicitar financiación.
3. Una herramienta adaptada a tus clientes y proveedores
El flujo de cobros y pagos es un proceso que está íntimamente ligado a la gestión de los clientes y los proveedores. Todos ellos demandarán las mayores facilidades posibles en las relaciones comerciales. Por eso, nada mejor que ponérselo fácil y cómodo para mejorar su experiencia, y así también incrementar nuestra eficiencia como empresa.
A ello contribuyen tanto Business Payments como Business Collections, que se utilizan para gestionar pagos y cobros, respectivamente, de forma automática y adaptada a las necesidades de los clientes y proveedores. Así, las empresas pueden mejorar la eficiencia de sus procesos de conciliación bancaria, reducir los costes operativos y aumentar la satisfacción de nuestras relaciones comerciales.
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