11.600 millones de dólares (9.300 millones de euros) de aquí a 2020. Ese es el volumen estimado de crecimiento del sector de los wearables en los próximos cinco años, con una tasa anual del 24,56%. Los datos facilitados por el informe Wearable Electronics Market and Technology Analysis by Applications, de septiembre de este año, muestran una industria con futuro. No es la cifra más optimista. Juniper Network cree que el negocio de los wearables acabará ingresando 4.500 millones de dólares este año, aunque esa cifra crecerá hasta los 53.200 de aquí a 2019. Esos son muchos dispositivos ‘vestibles’ vendidos hasta esa fecha. Y un atractivo irrenunciable para desarrolladores e inversores.
Aunque los datos son abultados y son sólo una estimación, hay que decir que grandes marcas como Apple o Samsung se encuentran desarrollando dispositivos de alta gama en el marco del deporte o la salud, y también algunas startups están prestando una enorme atención a los wearables y consiguiendo tandas de financiación para sus proyectos por parte de inversores de capital privado.
Muchos sites sobre tecnología dedican mucho espacio a los últimos lanzamientos de los grandes transatlánticos del mercado tecnológico, pero no tanto a los proyectos de startups o laboratorios universitarios de investigación. Esta es una lista con los wearables más destacados de los pequeños ‘jugadores’ del sector.
1.- Nixie: el drone que te hará el mejor selfie de tu vida
¿Se imaginan un halcón diminuto con forma de araña y una cámara minúscula insertada en el frontal? Nixie es justo eso, un pequeño drone que se ajusta a la muñeca, capaz de volar como si fuera un ave y grabar cualquier actividad que estés haciendo en ese momento, sin necesidad de controlarlo. Es tan prometedor, que recibió el primer premio (valorado en 500.000 dólares) del Intel Make It Wearable, una iniciativa anunciada durante el CES 2014. No hay nada como ver un vídeo para hacerse una idea de las posibilidades de este dispositivo:
Su creador Christoph Kohstall lo define como ‘The first wearable and flyable camera’ (‘La primera cámara vestible y capaz de volar’), una especie de muñequera que se despliega en el aire como un quadcopter que vuela, toma fotos y vídeo y, después, regresa a tu muñeca. Lo que convierte en algo especial a Nixie es que puede capturar lo que estás haciendo mientras lo haces, como un selfie en HD. Puedes grabar cómo escalas una montaña, montas en bicicleta o esquías en los Alpes suizos. ¡Puede resultar realmente increíble!
2.- OpenBionics: una solución 3-D para los que sufren amputaciones
OpenBionics es, según sus inventores, “una iniciativa de código abierto para el desarrollo de manos robóticas modulares, ligeras y asequibles, que pueden ser reproducidas con facilidad con materiales del armario”. La idea es facilitar manos a personas amputadas sin mucho coste y de una manera muy sencilla: casi todo el mundo puede fabricarlas con materiales que tiene en casa. Este proyecto mereció el segundo premio del Intel Make It Wearable, valorado en 200.000 dólares, por su eficiencia para desarrollar miembros por menos de 1.000 dólares.
De hecho, aquí tienes el repositorio a disposición de todo el mundo si estás interesado en replicar esta mano robótica: https://github.com/zisi/openBionics. La idea de la iniciativa es ayudar a las personas amputadas a recuperar su destreza perdida, facilitar soluciones eficaces al sector de la robótica (por ejemplo desarrollo de prototipos humanoides o vehículos voladores que necesiten coger materiales con facilidad…). Las posibilidades son muy variadas.
3.- ProGlove: el guante que lo sabe todo
Este guante es un wearable muy especial. Está alejado de lo que normalmente se entiende por un dispositivo ‘vestible’, relacionado normalmente con el sector del ocio, el deporte o la salud. ProGlove es “una herramienta portátil dirigida a los procesos de producción profesional”, asegura la página web de sus creadores. “Permite a su portador trabajar más rápido y con más eficiencia, es fácil de usar y desbloquea un nivel nuevo de control e inteligencia de negocio para la gestión de la producción”, afirman. Puede dar información en tiempo real en cadenas de montaje de la industria automovilística, por poner un ejemplo.
Sus dos inventores, Paul Günter y Jonas Girardet, trabajaron durante años en este sector y, según dicen en el vídeo, gracias a eso conocen perfectamente cuáles son las ventajas que ProGlove podría traer a empresas de la industria como Mercedes, BMW o Audi. Lo importante no es sólo la información que facilita al trabajador que está en la planta, también la cantidad de datos que es capaz de almacenar y facilitar a las personas que se encargan de tomar decisiones.
4.- FingerReader: los ojos de los lectores ciegos
FingerReader es un dispositivo que permite a las personas ciegas leer el texto impreso, aunque también puede resultar muy útil para las personas que no tienen buena visión o que necesitan traducir textos a otro idioma. Todavía es un prototipo de un equipo de investigación del MIT Media Lab (Massachusetts Institute of Technology), aunque parece bastante prometedor. Hay dos archivos para descargar en su página web con algunas imágenes y pruebas de laboratorio.
El dispositivo es capaz de leer texto impreso a 12 puntos, algo que puede ser habitual en la mayoría de documentos. Además, este lector dispone de retroalimentación háptica, la misma tecnología que permite a los usuarios de dispositivos táctiles tener la sensación de usar un teclado real cuando tocas la pantalla. Gracias a esta tecnología, las personas ciegas podrían seguir sin problemas el trazado de una línea impresa en un folio.
FingerReader – Wearable Text-Reading Device from Fluid Interfaces on Vimeo.
No es el único proyecto que tienen entre manos, este es el listado completo de sus investigaciones: desde productos relacionados con la realidad aumentada hasta el sector de las comunicaciones.
5.- Imprint Energy, la batería más delgada y flexible del mundo
Imprint Energy es una startup de California que ha diseñado una batería impresa, posiblemente la más delgada y flexible del mundo, que podría usarse en dispositivos ‘portables’ del sector de la salud o la electrónica. La idea de sus creadores es que estas baterías de zinc y polímero acaben con las actuales baterías de litio, cuyo tamaño limitan mucho el desarrollo y las funcionalidades de los wearables actuales. Además, estas baterías de zinc son tan recargables como las que ahora se encuentran dentro de nuestros teléfonos.